jueves, 12 de febrero de 2009

Quand je ne serai plus qu'une cendre glacée....

Dado que el título de mi blog está inspirado en Victor Hugo, no podía marcharme de París sin haber visitado el Hôtel de Rohan. Así que eso mismo hice ayer por la tarde.



Victor Hugo eligió un lugar muy acogedor como primer hogar para instalarse con su familia. La Place des Vosges, en Le Marais, es una plaza apartada del ajetreo de la "rive droite" y a la vez lo suficiente céntrica como para situarse en plena rue de Rivoli en cinco minutos. Se accede a ella a través de unas arcadas que forman un espacio cuadricular parecido a la Plaza Mayor de Madrid (salvando las distancias, por supuesto). Restaurantes y galerías de arte en la rez de chausée y en el centro del parque, una estatua ecuestre de Luis XIII.














En el número 6, el portal de la casa que habitó Victor Hugo de 1832 a 1838, recién casado con Adèle, a la que adoraba y sin embargo a la que nunca fue capaz de serle fiel. Dicen que tampoco ella lo fue.



La exposición actual está centrada en Los Miserables. Manuscritos, borradores de algunos de los capítulos, monografías, esculturas y ediciones originales de su obra se pueden encontrar en las dos primeras plantas del Hôtel de Rohan. La tercera está ocupada por la biblioteca destinada a consultas y estudios de investigadores.


Este imagen de Cosette es la más conocida de todas las que se han hecho. En cada habitación había por lo menos dos pantallas de televisión proyectando las diferentes versiones de Los Miserablese, en blanco y negro y en color. Gerard Depardieu en el papel de Jean Valjean (no hay papel francés -histórico o novelesco- que no haya encarnado este actor, desde Obélix, hasta Honoré de Balzac, pasando por Cyrano de Bergerac, Edmond Dantés y Vidocq, y que conste que me gusta mucho Depardieu, él y su inseparable Christian Clavier).




En la segunda planta se recrean el dormitorio y el salón de la casa de Victor Hugo cuando volvió del exilio en Guernesey.










El salón rojo, con un cuadro de Adèle al fondo.




El comedor y el salón chino de la casa de su amante favorita, la actriz Juliette Drouet, tan dulce como carente de talento, según la biografía de André Maurois.



Termino esta entrada con el poema que le escribió Juliette a Victor Hugo a la muerte de éste. Siempre me ha gustado, es muy sencillo.



Quand je ne serai plus qu´une cendre glaceé
Quand mes yeux fatigués seront fermés au jour
Dis-toi, si dans ton coeur ma mémorie est fixée
Le monde a sa pensée
Moi, j´avais son amour!




Traducción:

Cuando ya no sea más que una ceniza gélida
Cuando mis fatigados ojos se hayan cerrado a la luz
Pregúntate a ti mismo, si en tu corazón está grabado mi recuerdo.
El mundo tiene su pensamiento
¡Yo tuve su amor!

















6 comentarios:

Maria Luisa dijo...

Si André Maurois, (que para mí es un escritor y ensayista como pocos, y cuya obra "Historia de Inglaterra" didácticamente me apasionó mas que todos los apuntes que tomé en la facultad ) afirma que Juliette "era tan dulce como carente de talento" será cierto,no lo pongo en duda, pero ya quisiera más de un "artista" de los de hoy en día escribir un poema tan bonito como este.

Maria Luisa dijo...

HOoolaa, SOOoooy YOoo Otraaa VEeezz!!! ejem... es solo para comentar y ya FINISH, que me habría quedado embelesada viendo ese salón con tanta vajilla y porcelana china, qué pena que la foto se vea tan lejos.
Muack!!

La parisina dijo...

De hecho, tengo que admitir que las fotos las he tenido que sacar de internet porque allí no está permitido el uso de la cámara....pero las habitaciones eran las mismitas ehh! jeje

Inma dijo...

Yo iba a decir que las fotos parecen de casita de muñecas. Visión desvirtuada que tiene una.
Te deseo un buen viaje de vuelta. Madrid está muy triste sin su María jejejeje

morocha dijo...

¡Parece que todos tenemos lo mismos gustos!...Me ha enternecido este blog con la síntesis de la vida de V.Hugo.
En realidad me gustan todas las biografías ,entre otras cosas , porque son escuelas de la vida, y, me interesa todo lo que tiene que ver con el ser humano.
Precioso el reportaje fotográfico.

morocha dijo...

¡Por cierto! La plaza de los Vosgos estará en mi itinerario en mi próximo viaje a París , estoy cogiendo recortes de los que me aportas que no conozco.
besos