domingo, 25 de enero de 2009

Una semanita sobrecargada

La semana que tanto temía ha terminado por fin. Se me estaba haciendo eterna, a la vista de todas las cosas que tenía que hacer. El domingo y el lunes pasado los dediqué enteros a preparar mi exposé de Droit Public del viernes. Esta exposé era la que más me preocupaba. El profesor me dio el tema una semana y media antes para que tuviera más tiempo de buscar información y reflexionar sobre cómo enfocarla, tal como hizo con Alejandro en diciembre. El tema fue "El orden público", bastante abstracto pero a la vez lo suficientemente concreto como para saber a qué atenerme, sobretodo en el contexto de las libertades públicas, que es el tema que tocaba para el viernes. No es que fuera difícil, encontré bastante información y pude plantear una problemática aceptable, creo yo, aunque eso es algo que después de cinco meses aquí no consigo controlar todavía. Es curioso la enorme diferencia entre los exámenes que he hecho hasta ahora en España y el sistema de disertación francés que he descubierto este año. En España no nos exigen que reflexionemos nada, simplemente nos dan un tema a desarrollar y tienes que contar todo lo que sepas sobre él. Sólo en casos muy contados, bien cuando el exámen incluía un caso práctico, bien cuando tenía que comentar un artículo de la ley o algo por el estilo, se me ha exigido una actividad un poco más intelectual y menos mecánica de " mete todo lo que puedas" en un espacio dado. En Sciences Po presuponen que ya te has estudiado toda la materia, y no quieren que la repitas como un loro, sino que articules las ideas y elabores con ella una argumentación ordenada. Además, se exige una estructura predeterminada, es lo que se conoce como "la méthode Sciences Po". Dos partes principales señaladas con I, II; en cada una, dos subpartes señaladas con A, B; y en cada subparte, a su vez, dos o tres subpartes numeradas con 1, 2, 3, o con a),b), c). Lógicamente, tiene que haber una introducción ( que vaya de lo más general a lo más específico, señalando la problemática y anticipando las partes) y una conclusión. Cuando se presentan exposés en clase, hay que entregar un "outline", es decir, un folio con el guión de tu presentación para que los demás te puedan seguir. Este método nos costaba mucho llevarlo a la práctica al principio, de hecho nuestras exposés del primer mes aquí dejaban mucho que desear en comparación con las que hacemos ahora.
El martes fuimos a clase de Yann Aguila en el anfiteatro. Tendría que haber sido la última clase, pero el martes próximo tenemos que recuperar una que perdimos antes de Navidad así que todavía nos veremos las caras una vez más. Ese día quedamos para cenar con Sophie. La recogimos a la salida de la facultad, (el edificio que está enfrente del Panteón y del que puse una foto en su momento); nos llevó a una callecita por allí cerca llena de pequeños restaurantes de lo más variado, desde comida tibetana o hindú hasta los de especialidades francesas. Entramos en uno de éstos, porque Alejandro y Paola tenían antojo de raclette. Sophie se pidió de primero unos "scargots", o sea, caracoles (puejjjj). Venían en una salsita verde que no contribuía precisamente a hacerlos más atractivos. Nosotros pedimos de entrante un hojaldre relleno de queso muy bueno, aunque un poco pesado. De postre los demás se pidieron una tarta tatin (típica francesa que probé estas Navidades en Andorra) y yo una "tarte aux myrtilles" que me dejó la lengua y los dientes de un espantoso color azul morado, y que evidentemente provocó la carcajada general. En resumen, nos lo pasamos muy bien con Sophie, es siempre tan encantadora y nos reímos tanto con ella...es capaz de utilizar desde las palabras más difíciles hasta las expresiones más corrientes en español. Nunca he conocido a nadie que le emociones tanto la cultura española. ¡En su habitación tiene un póster de una sevillana bailando con su propio nombre y apellidos debajo!
El miércoles los profesores de Droit Public Comparé nos llevaron de visita al Consejo de Estado. Menos mal que nosotros vivimos a cinco minutos, porque nos costó muchísimo levantarnos a las ocho de la mañana después de habernos acostado a las dos. B. Stirn nos contó la historia del edificio, cómo había sido palacio cardenalicio con Richelieu, cómo había formado parte del complejo del Palacio del Louvre cuando éste albergaba a la Corte, y finalmente su conversión en la sede para el Conseil d' État. Nos sentamos en la Sala del Contencioso de la que el propio Stirn es presidente y Guyomar el Comisario del Gobierno (allí estaba con nosotros, haciendo chistes picarones como siempre a tal velocidad que yo sólo captaba la mitad), y dimos la clase allí, en los pupitres de los magistrados. Después nos hicieron un "tour" por alguna de las demás salas hasta que al final nos depidieron en la biblioteca. Y esta fue nuestra última clase de Droit Public Comparé con el trío Duncan, Bern y Mattias.
El jueves Alejandro y yo liquidamos otro de los asuntos que teníamos pendintes: la exposé sobre Goya para clase de francés. Era un pintor desconocido para muchos de nuestros compañeros de clase, y la propia Madame Himber dijo que ni ella era capaz de reconocer un Goya cuando lo veía, porque tiene cuadros de estilos completemente diferentes, desde el neoclasicismo y el barroco hasta el prerromanticismo de las pinturas negras. Nos dividimos la presentación de forma que Ale explicó la primera época de Goya de cartones para tapices como La Sombrilla y La Gallina Ciega, hasta los retratos de nobles y el de La Familia de Carlos IV. Yo continué con las Majas, la serie de Los Desastres de la Guerra, El 2 y El 3 de mayo y las pinturas negras. Al final de la presentación, a raíz de una pregunta de Madame Himber sobre los afrancesados liberales, acabé explicando la invasión de España por los franceses y el papel de Napoléon en la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII. La verdad es que me fui bastante por los cerros de Úbeda y Alejandro tuvo que llamarme la atención porque ya me estaba emocionando un poquito.
Después de la exposé de Goya, fuimos a tomarnos algo a Basile, el bar que está en la misma calle de la universidad, con Magda y Euna. Yo me despedí de Agniézska, porque al día siguiente se volvía a Polonia de vacaciones después de exámenes y para cuando vuelva yo estaré de nuevo en Madrid.
El viernes por la mañana presentamos en Politiques Publiques la nota de actualidad sobre el caos que provocó en Barajas la tormenta de nieve del 9 de enero. Tuvimos que hacerla con un compañero de clase francés que se había quedado descolgado de su grupo de trabajo anterior no sé por qué motivo. Al principio no teníamos muy claro si él estaba en el trabajo con nosotros o no, porque no había dado señales de vida. Intentamos contactar con él averigüando su dirección de e-mail. Al final conseguimos hablar con él por teléfono el miércoles y nos pusimos de acuerdo sobre el tema ( a él no le importó que fuera sobre una noticia española) y nos repartimos las partes. Habíamos tenido la precaución de consultar con el profesor si el tema de Barajas le parecía adecuado, a lo que nos contestó que por supuesto y que además Thomas podía hacer una comparativa de cómo se ha hecho frente en Francia a situaciones parecidas (mejor que en España, evidentemente, están más acostumbrados). Así que el viernes hicimos nuestra exposé y tachamos esa tarea del calendario. La verdad es que la actitud de Thomas nos tenía algo desconcertados: primero no se nos manifiesta sino que somos nosotros los que tenemos que preguntarle si está en nuestro grupo o no; después, el viernes nos propuso de quedar una hora y media antes de la clase de Politiques Publiques, supuestamente para que él nos comentara su parte porque las nuestras ya estaban redactadas y corregidas por él mismo, y resulta que cuando efectivamente nos reunimos a las once del viernes, se queda callado y tenemos casi que "arrancarle la confesión" de qué tal le había salido su parte, si había sido difícil, vamos, lo que fuera! La exposé salió muy bien, pero al final de la clase ni de despidió de nostros. En fin, pas de commentaires...
Ese día por la tarde llegó el momento de mi exposé sobre el orden público. Estaba bastante nerviosa, de hecho noté que me puse roja como una amapola y que hablaba muy bajiiiiiiiito, hast que las caras de mis compañeros se difuminaron y al no distinguir especialmente a nadie, cogí más confianza. Cuando terminé, diez minutos después, debí poner tal cara de sufrimiento y de alivio a la vez que me aplaudieron. Espero que se enteraran de la historia, a pesar de mi lamentable pronunciación. A la salida de clase, algunos nos fuimos de cañas con Pierre, el profesor, que es muy jovencito, no creo que pase de los treinta.
Y ya por último, ayer sábado tuve que madrugar una vez más para hacer el exámen del TCF en la Sorbona, para tener un título oficial de nivel de francés. No fue especialmente difícil, (después de sobrevivir en Sciences Po, todo es fácil). Me hizo gracia porque eran todos chinos y japoneses, salvo dos o tres que éramos españoles o de América Latina. Los encargados tenían que repetir cien veces las instrucciones porque los chinitos hacían todo al revés, menuda paciencia tenían con ellos. El exámen acabó a las cuatro de la tarde. Cuando salí, me di un triple homenaje: dos libros en Gibert Joseph, un crêpe nutella, y una siesta reparadora hasta las siete. ¡Qué menos!

3 comentarios:

Maria Luisa dijo...

Aquí la fan number one de tu blog ( ¡como no! ) pregunta si no podrías insertar alguna foto del Conseil d´etat en esta entrada, es un edificio que tiene mucha prestancia y sólo lo vimos de pasada cruzando el semáforo bajo el paraguas. Incluso tengo idea que en una de sus salas hay un cuadro de Napoleón "haciendo justicia".
Besos

Lapi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lapi dijo...

y la fan number two de tu blog pregunta s podrias poner espacios entre los parrafo...se me han quedado los ojos bizcos!!!