Aunque parezca mentira, la habitación de Alejandro ya está terminada. Anoche durmió en ella por primera vez. De pronto, el domitorio que compartimos Paola y yo parece enorme. Y es que después de tanto tiempo de estar los tres en la misma habitación,- Paola y yo en la grande, Ale en la suya- hablando hasta las tantas de la madrugada, saltando en la cama ante la presencia de ratones imaginarios, o contándonos cuentos de los hermanos Grimm, e incluso cantando a veces, el cambio de situación no deja de ser bastante radical. Y sin embargo, así son las cosas, los dos obreros polacos han terminado su tarea (que por cierto ya se eternizaba, trabajaban dos días a la semana, sospechamos que es porque Annick los tiene pluriempleados en varios pisos) y Alejandro se ha divorciado de nosotras. Qué se la va a hacer, ya ni los ratones nos quieren, hace tiempo que no se les oye....
Komplikasi Diabetes Melitus
Hace 9 años
1 comentario:
Uaoh, tres posts en un sólo día...
Había mono de escribir, eh?
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