Por fin ha llegado el día. Ya estabamos saturados de caucuses, pre-campañas y campañas. Los candidatos han dicho lo que tenían que decir hasta el punto de quedarse sin nada más que decir; se han sometido a debates y a "conversaciones espirituales" con líderes religiosos; hemos rastreado los orígenes paternos de Obama en Kenya y las andanzas de McCain en Vietnam; hemos hecho todas las comparaciones posibles y hasta nos hemos dejado apelar al sentimiento por Michelle Obama hablando del maravilloso hombre que es su marido. Han llovido críticas y alabanzas, a los candidatos la crisis financiera les ha pillado desprevenidos y se han visto casi obligados a hacer un simulacro de cómo actuarían si estuvieran en la presidencia.
Este verano en la Rua conocí a Ryan, de Massachussets, que estaba de monitor de baloncesto en un cursillo de verano. Cuando le pregunté quién era su candidato preferido, me dijo que "Obama, wholeheartedly", con todo el corazón. Aquí, en Sciences Po, los estudiantes americanos que he visto llevan pins de Obama en sus mochilas. Ayer se celebró también en la universidad un concurso de disfraces de personajes americanos; el premio es un viaje a Nueva York. Esta tarde hemos dado clase de Droit Public con dos televisores retransmitiéndonos las elecciones por la CNN. Si eso ya parece el colmo, no es lo único que organiza Sciences Po estos días. De hecho, intenté asistir a la retransmisión comentada de las elecciones "en tiempo real" por la emisora de radio de la universidad, pero cuando quise registrarme, estaba el aforo completo. (Ya sé que es muy friki pero no me nieguen que no habría sido curioso).
En unas horas sabremos quién es el nuevo inquilino de Pennsylvania Avenue. Todos hemos hecho nuestras apuestas. Hugo Chávez está exultante porque "ya no olerá a asssssufre" en la próxima Cumbre a la que asista Estados Unidos, puesto que ha vaticinado que "ganará el negro".
Personalmente, creo que la imagen de Obama está muy idealizada, aunque a mí también me suscite bastante más entusiasmo que McCain. Igual que prefiero a Joe Biden antes que a mete-patas-Sarah Palin. Sin embargo, a la hora de la verdad, cuando tenga que poner en marcha las reformas que ha prometido, como la del sistema sanitario o la de reducir las emisiones de carbono, no lo va a tener tan fácil. Necesitará el apoyo de los republicanos, en mayor o menor medida, en el Capitolio. Por eso no es oro todo lo que reluce,y por eso me parece tan ilusoria esta etapa del "yes we can" que hemos oído hasta la saciedad.
Komplikasi Diabetes Melitus
Hace 10 años
4 comentarios:
Ji ji ji , tanto comentario suprimido es que debe ser una buena idea, lo de suprimirlo , claro.
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