Anoche descubrimos que no hemos estado solos en esta casa desde que nos instalamos. Teníamos nuestras sospechas de que el apartamento no se había vaciado al completo. El diplomático lituano nos había dejado una muda advertencia, que encontramos el primer día sobre la nevera cuando hacíamos limpieza general. Pero lo cierto es que no le prestamos demasiada atención. Hasta que empezamos a notar su presencia en la cocina. Sombras negras que se deslizaban de puntillas y se ocultaban en la pared, el chasquido al pasar junto a una bolsa de plástico...¿Cómo podíamos imaginar que éramos observados mientras prepárabamos la cena? Y luego, encontramos aquél agujero en la pared debajo del radiador. Aquélla era la puerta que usaban nuestros visitantes. Él hallazgo sólo dio lugar a algún comentario en tono de broma, y pronto nos olvidamos de nuevo.
Sin embargo, anoche confirmamos con creces nuestras sospechas. Estaban más ruidosos que de costumbre, quizá se habían vuelto demasiado confiados, y ese fue su error. Cuando nos dirigimos intrigados a la cocina, atraidos por los ruidos, no les dio tiempo a esconderse sin que los viéramos. Nada menos que cuatro ratoncillos, uno tras otro, corrieron por la tubería y se escondieron en el hueco de la pared. Como mucho esperábamos encontrar dos, pero no cuatro, aunque claro, estos bichos siempre van en familia.
Pasado el momento de chillidos, saltos y risa floja, nos miramos y decidimos que era el momento de recurrir al arma letal que nos había dejado en herencia el diplomático lituano. Seguía allí, sobre el armario de la nevera.Pegamento. Al rato de preparar la trampa (un cartón embadurnado en la silicona pegajosa con un pedazo de queso como reclamo), cayó uno. Oímos su gritito de pánico, pobrecillo. Voy a dejar la historia aquí porque tiene un final muy triste, y a menos que sus hermanos hagan su hatillo y se vayan, correrán un fin parecido.
Fue una noche extraña la de ayer. Lo último que recuerdo, antes de quedarme dormida, es que Paola y yo estábamos tratando de convencer a Ale de que Mickey Mouse llevaba guantes blancos, pero él no nos creía.
9 comentarios:
joooo!!!pobrecitos ratones!!! q mal les habian hecho, ellos estaban alli antes que ustedes!!! xD
¡¡¡Qué asssssco!!! ¡¡¡se me ponen los pelos de punnnnnnnnta!!! ¿ ustedes han pensado que no sólo se pasean por la cocina y que suelen ser familia numerosa de primera categoría? y cuando ustedes están durmiendo tan ricamente ¿eh? ¿eh? no creo que con el pegamento y la trampa sea suficiente, ya pueden hacer algo más efectivo e inmediato. ¡Esto de ser miserasmus.....!
Pero si son monísimos.... Coincido con Lapi.
Larga vida a nuestros collocs!!!
mama q cruel!!! piensa en buffy!!! seguro q si fueran familiares parisinos suyos no los tratarias asi de mal. ademas, asi dan un poco de alegria a la casa!
¡¡Animalitos de Dios!!!
Deberías arroparlos y darles el bibe.
Ahora en serio, en vez de darles esa muerte tan cruel podéis cerrar el agujero por donde salen o quizás poner veneno de ese que se lo toman y después se mueren en el nido...
Es que imaginarme al bichito pegado en la silicona...ufffffffffffff
Qué dilema! Lapi y Paola tienen razón,pero, por otro lado mamaluisa se escandaliza porque vela por sus cachorros ,no tengo muy claro si son los primeros huéspedes o los segundos, y, el lituano ?, por dónde anda? no estará escondido tambien por algún sitio?,oye Inma, a quién hay que darle el bibe?
Esto parece una película de Agata Christi o el flautista de Hamelin o El París Express...Creo que hay que añadir un gato para que sea una total estampa parisina...
Oye Mary, te acuerdas de aquel ratoncillo al que dimos cristiana sepultura en el jardín de casa después de que fenestrara para calmar la angustia de lapi por tan amargo trance?,pues bueno.. ..Qué le vamos ha hacer!Que sea lo que Dios quiera y a dormir sea dicho y a soñar con los ratoncitos digo con los angelitos.
Bueno, menudo foro Pro Amnistía para los Ratones se ha montado jeje. Hoy hemos hablado con Cinda, la portera, y nos ha dicho que es normal en este edificio tan cerca del Sena, y que pongamos más trampas pero que tampoco tengamos mucha esperanzas de librarnos de ellos.Anoche no pudimos dormirnos hasta las cinco de la madrugada porque uno estaba soltando grititos debajo de la cama y de vez en cuando se nos subía al edredón...Creo que voy a poner las zapatillas en alto para no encontrármelos dentro una mañana y que me muerdan un dedo.
y si prueban a comprar un gato para q se "entretenga" con los ratones??? ya se q suena un poco cruel...xo a lo mjor les incita a no salir dl agujerillo y no se los encuentran en las zapatillas!
Publicar un comentario