Una vez dentro del Louvre, decidimos empezar por la segunda planta, para ver las pinturas flamencas y francesas del siglo XVII. Nos dejamos llevar por las obras y al final, cada una de nosotras halló su propio ritmo; de manera tácita nos esperábamos al final de cada sala, y en la siguiente nos volvíamos a separar.
Tengo la costumbre, cuando voy al Museo del Prado, de tratar de desentrañar la escena e identificar a los personajes de los cuadros que no conozco, antes de leer el título y el autor. Y el viernes lo volví a hacer. Hay temas mitológicos recurrentes que aunque me gusten, sin embargo todavía me cuesta retener: los nombres de las nueve musas: Clío, Talía, Erato, Calíope... confundo el rapto de Proserpina con el de Helena de Troya, y todavía dudo cuando veo al mensajero de los dioses, Mercurio, con sus sandalias aladas. Me detengo ante los mitos representados con menos frecuencia: Andrómada servida de merienda al monstruo marino y Atalanta deteniéndose a recoger las manzanas doradas por el camino mientras Hipómenes le llevala delantera. Al Amor representado como un bebé rechonchito con alitas le he acabado cogiendo manía.
Los temas religiosos me resultan más familiares y fáciles de identificar. A los bodegones y naturalezas muertas en general no les presto demasiada atención. Me detengo especialmente en los retratos de reyes, como aquél de Luis XIV del Louvre que eclipsa a todos los demás de la misma sala, y me fijo más bien poco en los obispos, cardenales y demás personajes lúgubres.
Llegó un momento en que dejamos de consultar el plano y nos acabamos desviando a la pintura francesa del S.XIX. Vimos algunos cuadros impresionistas pero comenzamos a sentir el cansancio de toda la semana y decidimos hacer una nueva ronda el próximo viernes. Cuando nos dirigíamos a la salida, vimos un cartel que indicaba la sala de la Gioconda, y nos picó la curiosidad. Sabíamos que nos encontraríamos un cuadro más bien pequeño, en el que uno no se fijaría en condiciones normales. Atravesamos dos o tres salas de esculturas expresamente para ver a la mujer de sonrisa enigmática que contempla desde hace siglos cómo se ha construido un gran misterio a su alrededor, cuando, lo más probable según me comentaba Paola, es que Da Vinci pintara el cuadro en pago por el alojamiento en casa de Giocondo.

El Louvre nos deparaba otra sorpresa: de improviso, en lo alto de una escalera, posada sobre la proa de un navío, con las alas extendidas y una pierna adelantada sobre la otra, la Victoria de Samotracia, una de mis esculturas preferidas.

Con esta visión, nos fuimos del Louvre, a punto de cerrar. Por el camino me vino a la mente la insinuación del best-seller más manoseado de los últimos tiempos, El Código da Vinci, (no lo he leído pero reconozco haber visto la película, mea culpa...) de que la tumba de María Magdalena se encontraba bajo la Pirámide, basándose en que el triangulito es el símbolo de la mujer y patatín y patatán. ¿Por qué los falsos historiadores del siglo XXI tratan de encontrar y es más, se regodean, en los detalles más morbosos de la Biblia? ¿Por qué si has leído Los hijos del Grial de Peter Berling parece que posees una cultura privilegiada en un tema que, en mi opinión, ya aburre por lo mucho que lo están machacando y reinventando? Por qué no, simplemente, lo dejamos estar....
7 comentarios:
Lo mio es muy triste. Soy licenciada en historia del arte y cuando vi la Victoria de Samotracia en lo alto de la escalera sólo podía pensar en Audry Hepburn, bajandola en Funny face, con el chal de gasa ondeando.
Y además me he leído el Código da Vinci..y lo disfruté un montón, en mi descargo era verano y lo lei en la piscina. :P
Un beso parisina.
Después de leer tu 1ª incursión por el Louvre,(yo tambien suelo soñar ,despierta y dormida, dentro y fuera del Louvre, con las mismas cosas que dice Inma). Pero ,en fin, volvamos a la realidad. Te contesto a tu comentario anterior sobre autores ,llamémosle perturbados, atormentados...como queramos llamar a cualquiera que se precie de pertenecer al "gremio de los Románticos ".
Por ejemplo la couple Chopin/George Sand, polaco de nacimiento ,de ascendencia francesa por parte de padre y establecido en París ,Atormentado, preocupado por la Revolución en su país, (escucha sus "polonesas", su "Estudio Revolucionario"), Simplemente maravillosos,cómo tocaba en los salones parisinos donde se daban la mano la frivolidad y la gravedad...la música y la poesía, o la literatura y la pintura en un ambiente total de la vida artística del XIX.
(Por cierto ,ve a ver ,cuando puedas, la sala Player,rue Faubourg St. Honoré 252.)
Lo que se hacía era expresar , de un manera o de otra, Los sentimientos puramente románticos propios de la época:Exaltación del propio país,llamémosle nacionalismo,culto a la belleza y estética del mundo clásico, su política ,sus leyes,búsqueda de unos ideales en todas las facetas del hombre que rocen la perfección.
En definitiva es una vuelta a las ideas del Renacimiento.
(Son los dos Movimientos de la Historia del Hombre que más me gustan.
y por último si vuelves a Wagner te darás cuenta que hace lo mismo:
Busca la perfección, ideales casi imposibles... y para ello ,crea su propia obra poética y/o literaria ,
basándose en la mitología,(culto por la cultura clásica); En este caso la mitología escandinava a la que añade un música sublime y maravillosa como tú sabes.
Lo mismo hará Verdi ,
en Italia .Tchaikovski en Rusia,
en centro Europa ,todos, sean músicos, pintores o escritores,
tendrán el mismo denominador común:
El Romanticismo.
Por ahí es por dónde hay que empezar la exposé para poder comprender a cualquiera que elijas.
Bueno, gracias a ti he salido un poco de la realidad y me he ido por los cerros de Úbeda...
Un besote
Con comentarios como el anterior, voto a favor de que tía Morocha escriba su propio blog!
Muakas
Apoyo la moción de frikináutico, acabamos de descubrir que nuestra tía Morocha escribe super bien! qué escondido se lo tenía! Me ha encantado tu comentario.
Inma, ¿cómo que lo tuyo es muy triste? Si eso es lo bonito del arte, que se confunda en todas sus facetas en la imaginación de quien lo contempla ;). Por cierto, este verano me leí El bosque de los Pigmeos, de tu querida Isabel Allende, lo disfruté mucho.
Otro beso para ti.
Gracias Friquináutico,pero creo que soy totalmente nula para crear un blog,tendría que esperar a que vinieras para enseñarme.
No sé crearlo, ni insertar una foto ,mucho menos bajar un video...
NADA!
Solamente sé ,y te advierto que me divierte mucho, escudriñar ventanitas y descubrir lo que piensa y hace cada uno por ahí, así como formar parte ,de vez en cuando , de estas tertulias tan simpáticas...
Así ,a lo tonto, me he paseado por París, Agadir, Londres,La vida estudiantil de Madrid etc.,algo impensable en estos momentos de vacas flacas y te aseguro que los he vivido como si estuviese ahí en persona.
Sigue hacindo comentarios pues me hacen mucha gracia por la chispa que tienen...
Besos
No sé con quién hablaba yo esto el otro día que me decía que a ella pa Gioconda psssch, que le parecía fea y sin gracia y que no entendía a qué tanto misterio. Y que se quedaba toda la vida con la Victoria de Samotracia.
Me hizo mucha ilusión, porque es una de esas cosas que pienso pero que no me atrevo a decir en voz alta xDDD
Ah, y cuando estuve en el Louvre me pasó exactamente lo mismo que a inma xDDD De hecho, en algún momento tuve la foto bajando la escalera à la Hepburn (no sé qué habrá sido de ella).
PD:
Blog para Morocha!!
Blog para Morocha!!
Blog para Morocha!!
Blog para Morocha!!
Dame una B!! dame una L!! dame una etc xDDD
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